Por Roda Azziani.
Este es un tema del cual podríamos escribir palabras para darle la vuelta al mundo.
Ayer hablaba con Leandro (amigo y empresario de la ciudad) que me decía que estamos “muy ocupados estando ocupados”. Las tareas mecánicas nos llenan la agenda, y esa agenda explotada no nos deja pensar en si todo aquello que hacemos y el camino que elegimos es el que nos lleva al lugar al que queremos llegar.
¿Cómo hacer para poner en jaque esta cuestión? ¿Cómo hacerle trampa a nuestra propia cabeza, que siempre nos invita a estar haciendo “full time”?
Una de las puntas para desatar este ovillo es frenar, parar la pelota y levantar la cabeza. Decir “no puedo” pero no porque tengamos actividades u obligaciones para cumplir, sino porque decidimos dejarnos algunas horas al día para reflexionar sobre nuestro presente, sobre los aprendizajes que nos dejó el pasado y sobre los proyectos que elegimos para nuestro futuro.
El tiempo para reflexionar lo tenemos que generar nosotros. ¿Qué esperás?
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