Benjamín Vicuña confirmó que no cedió ante la presión, sino que actuó acorde a un acuerdo preexistente que permite que sus hijos, Magnolia y Amancio, pasen vacaciones tanto con él como con su madre. Si bien revocó en un primer momento el permiso para que Suárez viaje con los chicos, recalcó que todo se desarrolló en línea con lo pactado desde el inicio, y remarcó que “no cedí nada” .
Tras el cruce mediático y el duro posteo de la China, en el que lo acusó de comportamientos poco responsables durante su crianza, ambos padres se coordinaron por medio de sus abogados. Agustín Rodríguez (representante de Suárez) y Máximo Petracchi (abogado de Vicuña) pactaron un cronograma: primero, una semana con el padre en la Patagonia desde el 20 de julio; luego, unos días compartidos y finalmente, dos semanas en Turquía con la actriz .
En cuanto a su vínculo personal, Vicuña fue claro: descartó haber retomado el diálogo directo con Suárez. Comentó que actualmente “todo es más selectivo, más ordenado” y que la comunicación se realiza exclusivamente a través de canales formales, evitándose llamadas o charlas espontáneas .
De esta manera, se normaliza el permiso de viaje de la actriz y sus hijos, aunque bajo un marco estructurado y con devolución controlada. El episodio marca una nueva etapa en su relación parental: ordenada, con acuerdos legales y sin reencuentros, manteniendo el bienestar de Magnolia y Amancio como eje principal.