Cazzu reveló que atraviesa un profundo conflicto legal al no poder obtener la autorización para que su hija Inti la acompañe cuando sale del país por trabajo, ya que Christian Nodal, a través de su abogado, no firmó aún el permiso necesario. Esa falta de autorización, esencial para sus giras, la dejó expuesta a profundas tensiones emocionales.
Durante una mediación donde estuvieron presentes su abogada, una mediadora y el abogado de Nodal, Cazzu recuerda sentir que “tenían el control sobre mí y mi hija”, al escuchar que él podía revocar el permiso cuando quisiera. El silencio en esa sala, dice, fue estremecedor: “Fue uno de los peores momentos de mi vida”.
La artista compartió su reconocimiento sobre el privilegio que tiene al poder “golpearle la puerta a un juez”, algo que muchas madres en situaciones similares no pueden conseguir. En un mensaje potente, se definió como “una hormiguita delante del monstruo de la misoginia y el patriarcado”, subrayando que su lucha va más allá de lo personal y representa un desafío profundo para muchas otras mujeres.