Los últimos años en la vida de Paulo Londra fueron un poco revoltosos, y casi como unas fichas de dominó, el artista empezó a tener conflictos en varios aspectos de su vida personal. Apenas, consiguió regresar a la música, la separación de su ex pareja, le trajo otro dolor de cabeza.
Mientras Rocío Moreno atravesaba su segundo embarazo, buscado por ambos, el cantante presentó a su nueva pareja y se mostraba en constantes viajes, muchos de los cuáles la madre de su primera hija y la segunda en camino, desconocía. Tal es así, que al momento del nacimiento de Francisca, el cordobés fue impedido de ingresar al parto, y conoció a su hijas horas después.
En tanto, y en medio de duras negociaciones, Londra llegó a un acuerdo económico y de visitas con Rocío, y recién hoy, después de meses pudo hablar de sus hijas y del vínculo que tiene: “Mis hijas son mi motor, mi lugar más tranquilo y seguro. Es el amor más puro. Mis amigos me preguntan ‘qué se siente’. Yo les digo: ‘imagínate que amás más a tus hijos más que a tu propia mamá’. Eso hace que entiendas más a tus padres”, dijo hace unos días Paulo Londra en una entrevista con Telenoche al ver una foto de él jugando con Isabella Naomí de dos años y con Francisca de poco más de ocho meses.
Además, en parte a diferencia de lo que había asegurado Moreno, Londra agradeció su parate por cuestiones legales ya que por eso pudo disfrutar el nacimiento de su primera hija “y de Francisca también”.
Por su parte, allegados a la familia, confirmaron que efectivamente el músico recompuso su vínculo con su hija menor a quien durante sus primeros meses de vida había visto muy pocas veces (cuando ella tenía dos meses la habría visto solo en tres ocasiones).
En cuanto a las visitas, se conoció que Paulo se lleva a la beba una vez por semana dos o tres horitas o la ve en la casa de su ex cuando lleva a Isabella (como su madre llama a su hija mayor a quien él le dice Naomí), a quien ve más horas y se la suele llevar una vez por semana además de un fin de semana por medio, dependiendo en realidad de sus tiempos ya que por su trabajo tiene horarios muy cambiantes y a veces no puede o está de viaje.
Sobre el aspecto económico, el artista está cumpliendo con todo lo pactado: casa, cuota alimentaria, obra social para Rocío y las nenas. Si bien todo marcha según lo acordado en mayo, es Moreno quien se sigue encargando de todas las tareas de cuidado diario de sus hijas, como turnos médicos, vacunas y cosas que ellas necesiten. “Él las lleva, las tiene, se saca foto para publicar y las lleva en el horario establecido”, aseguraron desde el entorno de ambos.