El caso de Maya Kowalski, estremeció al mundo entero cuando se estrenó en Junio pasado el documental en la plataforma de la “N” colorada. El mismo relata el drama que atravesó la familia a partir del ingreso a la guardia del hospital Johns Hopkins All Children’s en San Peterbursgo, estado de Florida en Octubre de 2016.
En esa fecha, Maya de 10 años, fue llevada por sus padres en busca de atención en el contexto del padecimiento de una enfermedad muy extraña con la cual había sido diagnosticada denominada síndrome de dolor regional complejo (CRPS, sus siglas en inglés). Enfermedad neurológica que genera dolores intensos en diferentes partes del cuerpo.
Al ingreso a la guardia, Maya presentaba profundos dolores en el estómago. Ante la desesperación de calmar los mismos, su madre, Beata Kowalski, informa a los profesionales que le estaban suministrando Ketamina (una droga fuerte para el dolor) y que hasta ahora, había dado buenos resultados.
En ese momento, el foco de análisis por parte del hospital se corrió desde Maya hacia su madre, de quien los profesionales de la salud comenzaron a sospechar que sufría el Síndrome de Munchausen (trastorno mental mediante el cual una persona simula o provoca síntomas de enfermedades o lesiones en otras bajo su cuidado con el fin de recibir atención médica, creando historias convincentes para mantener el suministro de fármacos y la indefensión de quien tiene bajo su cuidado), alertando a los servicios de protección infantil. Allí comenzaría el padecimiento de la familia.
A partir de ese momento, Maya es alejada de su familia, internada en el hospital, aislada en una habitación y monitoreada 24hs, porque no sólo sospechaban de su madre sino asimismo, de que la niña simulaba dolores que en realidad no tenía.
Fueron 80 eternos días en los que Beata no pudo volver a tener contacto con su hija, su sufrimiento llegó a un punto insoportable y el 7 de Enero del 2017 se suicida en su casa. Dejando una nota dolorosa en la que manifestaba que no podía tolerar ser tratada como una criminal y no tener contacto con su hija, firmando la nota con la frase “Take care of Maya” (“Cuiden a Maya”).
Su familia, encabezada por Maya inicia una batalla judicial contra el hospital alegando que el mismo había realizado un uso abusivo de su poder institucional y el plot twist fue esta misma semana, cuando el tribunal condenó al Johns Hopkins All Children’s a pagar a los Kowalski una indemnización millonaria de USD 261 millones de Dólares por considerarlo culpable de los cargos de falsa prisión, negligencia médica, facturación fraudulenta y agresión a la menor; afirmando que desempeñó una actitud extrema e indignante hacia la menor que derivó en que su madre se quitase la vida.
Un documental fascinante sobre el rol de las instituciones médicas y la asistencia social en los Estados Unidos en el que una vez más, la realidad supera la ficción. ¡No dejes de verlo!