Este martes, los muros de la casa de Gran Hermano temblarán con la reaparición de Romina Uhrig, la matriarca indomable que marcó una era en la edición pasada del reality. Con un anuncio cargado de sorpresas, el conductor desveló que la ex participante regresa con la misión de imponer orden y limpieza en medio del caos. Con solo 48 horas en el juego, Romina promete desatar una tormenta de emociones entre los habitantes actuales.
"¡Escuchen bien, mañana, martes, vuelve a la casa por 48 horas quien fue la mamá de la casa: Romina!", exclamó Santiago del Moro mientras desvelaba el contenido de su enigmático sobre dorado. Su regreso, más breve pero no menos explosivo, promete agitar las aguas y desafiar las relaciones establecidas en la casa.
La ex diputada regresa con una misión clara: enseñar cómo se vive en orden y limpieza, otorgándole el poder de nominación. "Entra el martes y sale el jueves. En el medio va a nominar, va a convivir y les va a enseñar cómo administrar la casa", explicó Del Moro.
Mientras tanto, en otro rincón de la casa, Sabrina se enfrenta a su pasado amoroso. En un reencuentro con Alan, su antiguo interés romántico, Sabrina expone los detalles de su relación tumultuosa con Brian y anuncia el fin de su largo noviazgo. Entre confesiones y despedidas, la atmósfera de la casa se carga de tensión y expectación.
El retorno de Romina Uhrig y el reencuentro de Sabrina con su pasado amoroso prometen sacudir los días en Gran Hermano. Con el ambiente cargado de emoción y secretos por desvelar, la casa se convierte en un campo de batalla donde los protagonistas luchan por su supervivencia emocional y estratégica.