A todos nos parece extraño escuchar que personas con vidas tan públicas puedan vivir sufrimientos tan profundos puertas adentro. El caso de Gloria Carrá no es el único y lamentablemente no será el último.
La relación entre Gloria y Luciano Cáceres comenzó en 2008, cuando compartieron cartel en la obra de teatro “La Felicidad”, 7 años más tarde y con una hija en común, la pareja se separaba en lo que en aquél momento se declaró como “buenos términos”; aunque la noticia fue súbita porque surgió a partir de la primicia de que Luciano abandonaba el hogar familiar de un día para el otro.
Algunos indicios de que no todo estaba del todo bien fueron los reclamos judiciales por alimentos y demás conceptos que Gloria formuló en representación de su hijo, algún tiempo más tarde luego de la ruptura.
Pero es recién ahora, a los 8 años de aquella separación y con Gloria rehaciendo su vida junto al actor Ignacio Levy, que se animó a deslizar algo de todo lo padecido junto a Cáceres.
“Su energía y la mía no tienen nada que ver. Todo eso fue como otra vida de la que prefiero no recordar por el dolor que me causó. Fue casi letal” sentenció terminante Gloria al referirse a aquella historia, de la que ninguno somos ajenos al poder recordarla por aquel tiempo con una delgadez extrema y hasta con signos de depresión que ella misma revelaría tiempo después. No todo lo que brilla es oro, ¡pero siempre hay luz al final del túnel!