Sabemos lo que significa Lionel Messi a nivel deportivo en el mundo, por su capacidad física, su habilidad, su inteligencia y su conducta, que lo llevaron a ser uno de los mejores futbolistas de la historia. Pero, se conoció que no todo fue color de rosas para el rosarino, ya que en sus primeros años, en reiteradas ocasiones tenía náuseas y vomitaba en medio de un partido generado temor en sus más allegados.
Empezó como algo aislado, pero luego fue más común, y nadie entendía qué era lo que descomponía al crack argentino. Por fortuna, pudo solucionar este problema gracias al médico Giuliano Poser, quien le cambió los hábitos culinarios al 10.
“Debe comer solo lo que su cuerpo necesita y no lo que quiere”, dijo el doctor y fue así que Messi tuvo que abandonar los mariscos, los huevos, algunos lácteos, aumentar la ingesta de alimentos orgánicos, de agua mineral y también del mate, ya que contiene cafeína. “Las verduras, frutas de temporada y una buena cantidad de agua son combustibles esenciales para nuestros músculos”, aseguró el profesional y a decir verdad fue uno de los secretos para que Lio pueda tener más minutos en juego y menos lesiones.
Aunque eso no fue todo, porque Poser se dedica a la medicina deportiva y es conocido por probar alternativas médicas: correcciones en la postura, osteopatía, Flores de Bach, kinesiología y terapias emocionales, son las diferentes claves que utiliza el nutricionista.
En esta oportunidad, y con el astro del fútbol, se animó a realizar trabajos emocionales junto a una psicoterapeuta y a tomar remedios naturales como las flores de Bach. Las flores se utilizan normalmente para combatir el estrés y la ansiedad, pero en este caso, fueron usadas para encontrar un equilibrio entre la mente y el cuerpo del rosarino.