En medio de la creciente violencia que sacude la casa de Gran Hermano, un antiguo concursante reveló un detalle sorprendente sobre los contratos que firman los participantes con la productora del programa. Este dato surgió en un momento crítico, mientras se especula sobre la posible salida de Juliana Scaglione, más conocida como Furia, quien fue el centro de atención en esta edición marcada por la agresividad.
La temporada actual del reality se caracteriza por confrontaciones y ataques, marcando un contraste con la edición anterior, que contó con concursantes notablemente más tranquilos, como Marcos Ginocchio, Nacho Castañares y Julieta Poggio, a quienes algunos ahora calificarían de "caracoles".
La pregunta que surge es: ¿Por qué la producción de Gran Hermano no interviene para detener la escalada de violencia en la casa? Según revelaciones hechas por Carlos Monti en el programa Entrometidos de Net TV, esto se debe a cláusulas "leoninas" en los contratos de los concursantes, que los hacen responsables de enfrentar multas o sanciones que puedan surgir durante o después del programa. Monti explicó que, aunque al final la productora o el canal terminen pagando, inicialmente recae sobre los participantes esta responsabilidad.
Por otro lado, Santiago del Moro, salió a justificar las agresiones entre los concursantes, argumentando que están inmersos en un juego de convivencia donde las diferencias y la adaptación son parte fundamental. El conductor del programa hizo hincapié en que no están en la casa para dar un mensaje moral, sino para jugar y convivir en un entorno de competencia.
En medio de esta controversia, los espectadores y seguidores del programa se preguntan sobre el verdadero trasfondo de lo que sucede detrás de cámaras y cómo estas dinámicas impactan en la integridad emocional y psicológica de los participantes.