Luego de una serie de exitosos conciertos en el Movistar Arenas el año pasado, Luis Miguel regresará a Argentina para un evento exclusivo en La Rural el próximo 5 de marzo, que incluirá una cena privada para un público selecto. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención son las demandas que el artista envió a su equipo para su camerino. Según revelaciones en "Socios del espectáculo", sus exigencias van desde una juguera con extractor de jugos hasta una tabla de picar con cuchillo afilado, y una canasta de frutas variadas para preparar sus jugos, que incluyen desde banana hasta piña y pepino.
Pero las exigencias no terminan ahí. Luis Miguel también ha pedido sets completos de té y café, con ingredientes específicos como limas verdes, miel, y Stevia, una marca específica de edulcorante. Para acompañar, ha solicitado una tabla de pavo y quesos surtidos, crackers y una botella de tequila marca Don. Aunque el cantante ha sido conocido por sus caprichos en el pasado, algunas de estas demandas parecen exageradas teniendo en cuenta el poco tiempo que pasa en su camerino y la cantidad limitada de alimentos y bebidas que consume.
En medio de la expectativa por su próximo concierto, las extravagantes exigencias de Luis Miguel no solo despiertan curiosidad, sino que reavivan el debate sobre el estatus de divo que rodea al ícono mexicano en cada una de sus presentaciones.