Durante su paso por el programa La divina noche de Dante, Wanda Nara abrió su corazón y reveló cómo vivió los últimos años de su matrimonio con Icardi. Contó que “me costó mucho salir de mi relación, me resultó difícil salir de esa relación” y aseguró que fueron “tres años muy duros en los que intenté resguardar a mis hijos”.
Relató que en ese tiempo vivía en Turquía y sentía que todo estaba lejos: “Yo estaba viviendo mal en Turquía, que era un país lejano con otra cultura. Yo había hecho todo para irnos a vivir ahí y sentía la responsabilidad, fue mucha presión”. Añadió que durante ese período no pensaba en ella, sino “en los chicos, en el club, en todos…”.
La culpa fue un tema recurrente en su relato. Con la voz quebrada confesó: “Sentía culpa por haber encontrado ese destino y de haberles quitado a mis hijos la posibilidad de vivir en familia de manera tradicional”. Y advirtió que esa sensación la llevó a postergar su propio bienestar.
También habló del impacto emocional que tenía como madre: dijo que sus hijos no sabían aún lo que ella atravesaba en ese momento y que “no les podía decir”. Contó que los más grandes se encerraron en un baño al enterarse de lo que ocurría emocionalmente en casa.
Para cerrar, Wanda explicó cómo esta experiencia la hizo replantear sus prioridades y valorarse más: “Ya menos me importa lo que antes quizás era terrible para mí… es como que ahora le encontrás más el sentido a cada día”. Ese cambio interno, dijo, le permitió acercarse más a su familia y dejar de cargar con tanto peso público.